Sechs zivilgesellschaftliche Organisationen aus Argentinien, Brasilien, Paraguay, Bolivien und Deutschland haben gegen Bayer eine Beschwerde bei der deutschen Nationalen Kontaktstelle der Organisation für wirtschaftliche Zusammenarbeit und Entwicklung (OECD) eingereicht. Die Beschwerde dokumentiert vier konkrete Fälle, die die negativen Auswirkungen des GV-Soja-Agrarmodells in den Gebieten, in denen Bayer seine Produkte vertreibt, aufzeigen.
Seit der Fusion mit Monsanto im Jahr 2018 ist Bayer zu einem der wichtigsten Akteure auf dem globalen Markt für Pestizide und Saatgut geworden. In Südamerika, wo die zehn größten Sojaproduzenten der Welt beheimatet sind, profitiert der Konzern von der stetigen Zunahme der Landwirtschaftsnutzung für den Sojaanbau und erzielt mit dem Verkauf von giftigen Pestiziden auf Glyphosatbasis und dagegen resistentem gentechnisch verändertem Sojasaatgut Umsätze in Millionenhöhe. Das Agrarmodell von Bayer führt zu schweren Umweltauswirkungen und Menschenrechtsverletzungen für die lokale Bevölkerung, insbesondere für indigene und ländliche Gemeinschaften: Wälder werden abgeholzt, um Platz für Sojaplantagen zu schaffen, die Nahrungsversorgung wird bedroht, das Trinkwasser verschmutzt und Landkonflikte verschärft.
Español: Seis organizaciones de la sociedad civil y de investigación han presentado una denuncia contra Bayer ante el Punto Nacional de Contacto alemán de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Basándose en una amplia investigación y en entrevistas con comunidades afectadas en los cuatro países, la denuncia documenta casos concretos que muestran los impactos negativos del modelo agrícola de la soja transgénica en las áreas donde Bayer comercializa sus productos ampliamente.
Desde su fusión con Monsanto en 2018, Bayer se ha convertido en una fuerza importante en el mercado mundial de pesticidas y semillas. En Sudamérica, donde se encuentran los 10 mayores productores de soja a nivel mundial, la empresa se beneficia del aumento constante del uso de tierras agrícolas para el cultivo de soja y obtiene ingresos multimillonarios de la venta de pesticidas tóxicos a base de glifosato y de las semillas de soja modificadas genéticamente que son resistentes a ellos. El modelo agrícola de Bayer provoca graves impactos ambientales y violaciones de los derechos humanos que afectan a las poblaciones locales, en particular a las comunidades indígenas y campesinas. Se talan bosques para hacer sitio a la plantación de soja, se pierde una biodiversidad importante, se amenaza el suministro de alimentos, se contamina el agua potable y se intensifican los conflictos por la tierra.
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